Néstor Sánchez reemplazó la pasión de hacer fragmentos escritos por el vagabundeo, por el vagabundeo espiritual, solo, después, no sé cuándo, sintió la necesidad de ir a la calle. O quizás se le impuso el vagabundeo, pudo más que la literatura, que se le deshilachó. Andar por ahí se le convirtió en una pasión, y se alejó del mundo, de él mismo. Siempre vio el mundo, pero no pudo tomarse un descanso de los horrores. Tampoco dijo mucho sobre qué vio y cómo se le estragó la épica. Decía, obstinado, cuando yo le hablaba de su don: perdí la épica. Y se apartó. Vivió apartado. La vulgaridad le sacaba una mueca, y mucho silencio. Nunca se olvidó de Apollinaire: ¿por qué? En 1986 parecía que estaba siempre yéndose, todavía la espiritualidad lo envolvía, la calle o el camino le mandaban mensajes. Escribió Condición efímera: intento de rescate o de invención de otro hilo. Otro poema. Plantó. El viaje hacia el futuro de la vida eterna le corrió la épica. Ahí la muerte empezó a tomarle la sopa.
Título: Salto de mata
Colección: Biblioteca de Autores Argentinos y Latinoamericanos
Autor: Hugo Savino
ISBN: 978-987-25755-1-9
22 x 14 cm
184 páginas
Fecha de aparición: agosto 2010
Hugo Savino
Escritor y traductor, nació en Barracas. Publicó La línea del tiempo, Viento del noroeste y Claridad del saltimbanqui, entre otros. Actualmente vive en Madrid, donde coordina un taller literario y da clases de francés y de literatura.